martes, 26 de noviembre de 2013

Esos locos furiosos increíbles.



Llegan apresurados y nunca dicen para qué 
ni de dónde proceden 
y enseguida te piden dos mil francos 
que casi siempre te han de devolver 
o te quitan la toalla sin respeto 
cuando te estás duchando 
se ponen la colonia los polvos el masaje 
la loción de tu novio o de tu hija 
te arrastran a lugares espantosos o bellos 
y ni siquiera piden tu opinión 
y beben prodigiosamente se ponen a cantar 
en cualquier parte 
o arman la del gran dios en un bar miserable 
y por motivos nimios 
siempre siempre avasallan te compran un sombrero 
o unas flores 
y un día salen al galope quizá hacia los infiernos 
qué desastre. 

Señora caballero muchachita asustada 
militante de un partido ecologista: 
si se tropieza usted con uno de esos 
locos furiosos increíbles 
no le deje escapar llévelo a casa 
son tiernos como niños 
a veces tienen frío quién sabe si es porque 
les han pegado duro 
duermen poco se lavan todo el rato y son muy 
besucones y mirones 
pero cuidan los libros sacan todas las noches 
el cubo de basura a la escalera 
y están sólo pendientes de tener siempre 
un cenicero al lado. 

Tienen por fin el gran inconveniente: 
se van mas vuelven pronto 
duran toda la vida.

José Agustín Goytisolo.

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