martes, 2 de abril de 2013


XVII


Yo sé cuál el objeto
de tus suspiros es.
Yo conozco la causa de tu dulce
secreta languidez.

¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.

Yo sé cuándo tú sueñas,
y lo que en sueños ves;
como en un libro puedo lo que callas
en tu frente leer.

¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
Tú acaso lo sospechas
y yo lo sé.

Yo sé por qué sonríes
y lloras a la vez.
Yo penetro en los senos misteriosos
de tu alma de mujer.

¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué:
mientras tú sientes mucho y nada sabes,
yo que no siento ya, todo lo sé.


Gustavo Adolfo Bécquer.

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