viernes, 1 de septiembre de 2017

El ciprés de Silos.



Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas al cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño:
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.

Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales.

Como tú negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.



Gerardo Diego.

jueves, 31 de agosto de 2017

El Alma.



Es la lluvia miradas de ángeles gloriosos,
acordes de cristales.
Y sobre todo esto:
la alegría de estar no junto,
ni sobre, ni tampoco dentro,
sino en ella.
Contundidos los dos,
más que fundidos.
Hechos ya un solo cuerpo,
un alma sola
que se besa a sí misma
por los espacios blancos,
olvidada del mundo.


Manuel Altolaguirre.

miércoles, 30 de agosto de 2017

En medio de la multitud.



En medio de la multitud le vi pasar,
con sus ojos tan rubios como la cabellera.
Marchaba abriendo el aire y los cuerpos;
una mujer se arrodilló a su paso.
Yo sentí cómo la sangre desertaba mis venas gota a gota.

Vacío, anduve sin rumbo por la ciudad.
Gentes extrañas pasaban a mi lado sin verme.
Un cuerpo se derritió con leve susurro al tropezarme.
Anduve más y más.

No sentía mis pies.
Quise cogerlos en mi mano,
y no hallé mis manos; quise gritar, y no hallé mi voz.
La niebla me envolvía.

Me pesaba la vida como un remordimiento;
quise arrojarla de mí.
Mas era imposible, porque estaba muerto
y andaba entre los muertos.


Luis Cernuda.

martes, 29 de agosto de 2017

Helada cárcel.



Helada cárcel mi silencio tuvo
en tus palabras.
Prisionero y triste
contra los límites de vidrio
apretaba su pecho agonizando.
Su mano en el cristal liso se abría
como un párpado de cinco largas flechas.
Te desmentí por fin.
Todo era falso.
Sólo existía tu desconfianza.
Y esas palabras tuyas, cárcel fría,
urnas de mi silencio y de mí espanto,
como globos de espuma se extinguieron.



Manuel Altolaguirre.

lunes, 28 de agosto de 2017

El escuchador. ( Gustavo Adolfo Bécquer).



Mueve el viento.
Mueve el velo
quedo.

Mueve el aire.
Mueve el arce.
Vase.

Luz sin habla.
Voz callada.
Clara.

Sombra justa.
Suena muda.
Luna.

Y él la escucha.


Vicente Aleixandre.

  Noche inicial Cerrada. Campo desnudo.  Sola la noche inerme.  El viento insinúa latidos sordos contra sus lienzos. La sombra a plomo ciñe ...