
8 de Febrero de 1920
Hay almas que tienen
azules luceros,
mañanas marchitas
entre hojas del tiempo,
y castos rincones
que guardan un viejo
rumor de nostalgias y sueños.
Otras almas tienen
dolientes espectros de pasiones.
Frutas con gusanos.
Ecos de una voz quemada
que viene de lejos
como una corriente de sombra.
Recuerdos vacíos de llanto
y migajas de besos.
Mi alma está madura
hace mucho tiempo,
y se desmorona turbia de misterio.
Piedras juveniles
roídas de ensueño
caen sobre las aguas
de mis pensamientos.
Cada piedra dice:
"¡Dios está muy lejos!"
Federico Gárcia Lorca.