viernes, 10 de junio de 2022

Rapto a privamera.


¡Cuidado! Desprendidas,
recoces, rubias, sobre la capota
del coche, están las dos.
Hojas. Otoño. Aquí.
¡Corre! Quieren salvarse.
A ochenta, a ciento, a mil,
sobre los mares, sobre los records,
a llevarlas
al otro mundo, a la otra
mitad del mundo donde están brotando
ahora tiernas las otras.
                                    ¡Sálvalas!
Furtivamente ponlas
en la más descuidada rama
de un árbol distraído.
Despacio,
sin que lo advierta, sin que se entere,
esa por ti engañosa primavera
de allí.

Pedro Salinas.

  Noche inicial Cerrada. Campo desnudo.  Sola la noche inerme.  El viento insinúa latidos sordos contra sus lienzos. La sombra a plomo ciñe ...