
Sus rayos, tan duros y brillantes,
la luna -uriga de reflejos múltiples-
sacude violenta
para ahuyentar auroras,
pescando por los ojos, milagrosamente,
cada rayo su pez de inquieto brillo.
Manuel Altolaguirre.
Noche inicial Cerrada. Campo desnudo. Sola la noche inerme. El viento insinúa latidos sordos contra sus lienzos. La sombra a plomo ciñe ...