
Mi vicio, mi locura, mi alegría,
¡Todavía muchacha!
Mi nunca suficientemente amada,
Cámbiame los ojos si así quieres,
Pónmelos de ira.
Es lo mismo. Me das vida.
Gabriel Celaya.
Noche inicial Cerrada. Campo desnudo. Sola la noche inerme. El viento insinúa latidos sordos contra sus lienzos. La sombra a plomo ciñe ...