lunes, 9 de octubre de 2017

Delante de la muerte.



Horizonte de guerra cuyas luces,
cuyas auroras repentinas, breves,
cuyas fugaces albas, salvas, fuegos,
multiplican la muerte interminable.

Aquí en Madrid, de noche, solo, triste,
mi frente con el frente son sinónimos
y sobre mi mirada, como llanto,
se derriban los héroes, caen hundidos
por el abismo verde de mi cara.

Yo sé que estoy despierto, que estoy solo,
que el frente paralelo de mi frente
desdeña mi dolor y me abandona.
Ante el glorioso círculo de fuego
nada puedo evocar, nada ni nadie.

No hay recuerdo, placer antes vivido,
que pueda rescatar de mi pasado.
No hay ausencia, ni historia, ni esperanza
que con su engaño calme mi agonía.

Aquí en Madrid, delante de la muerte,
mi corazón pequeño guarda oscuro
un amor que me duele, que no puedo
ni siquiera mostrarlo en esta noche,
ante el inmenso campo de heroísmo.


Manuel Altolaguirre.

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