jueves, 29 de enero de 2015

Formas sobre el mar.






Como una canción que se desprende
de una luna reciente
blandamente eclipsada por el brillo de una boca
Como un papel ignorado
que resbala hacia túneles
precisamente en un sueño de nieves
Como lo más blanco o más querido
Así camina el vago clamor de sombra o amor
Como la dicha
Vagamente cabezas o humo
ese abandonarse a la capacidad del sueño
con flojedad aspira al cenit sin esfuerzo
pretendiendo desconocer el valor de las contracciones
Si me lamento
si lloro como un traje blanco
si me abandono al va y ven de un viento de dos metros
es que indudablemente desconozco mi altura
el vuelo de las aves
y esa piel desprendida que no puede ya besarse más que en pluma
Oh vida
La luciérnaga muda
ese medir la tierra paso a paso
está lleno de conciencia
de espiras de anillos o de sueño
(es lo mismo)
está lleno de inmóvil para lo que está prohibido un corazón
Clavos o arpones
canciones de los polos
hielos de Islandia o focas esperadas
debajo por la piel que no duele y enfría
no impide el sentir
el ver dibujo
el ver corales lentos transcurrir como sangre
como respuestas
como presentimiento de formas sobre el mar

¿Son almas o son cuerpos?
Son lo que no se sabe
Esas fronteras deshechas de tocarse las dos filas de dientes
ese contacto de dos cercanías
que tan pronto es el mar
como es su sombra erguida
como es sencillamente la mudez de dos labios

Así el mundo es entero
el mundo es lo no partido
lo que no puede separar ni el calor
(que ya es decir)
lo que es únicamente no atender a lo urgente
conservar bajo cáscara cataratas de estancia
de quietud o sentido
mientras pasa ya el tiempo como nuez
como lo que ha desalojado el mar súbito a besos
como los dos labios a plomo
triste a luces o nácar bajo esteras.


Vicente Aleixandre.

      Eternidad. Este jardín donde estoy siempre estuvo en mí. No existo. Tanta vida, tal conciencia, borran mi ser en el tiempo. Conocer la...